martes, 18 de junio de 2013

Otra taza ¡Por favor! y sin azúcar.

La ciudad estaba cubierta por una manta blanca. Las personas transitaban rápidamente probablemente con la intención de regresar pronto a sus hogares. El frío era insoportable. Alfred se alegró de estar en su hogar. Un pequeño apartamento en el centro de la ciudad. Con una taza de café en la mano observaba atento por la ventana. Siempre le gusto la ubicación de aquel lugar, porque le permitía una vista a la calle principal. Gran cantidad de autos y personas transitando de aquí para allá. Las luces de la ciudad iluminando su ventana. De cierta manera le agrada esa compañía. La nieve cayendo suavemente  le daba un toque encantador al paisaje.  

jueves, 13 de junio de 2013

Fragmento de "Proyecto RM"


Un pequeño fragmento de una historia que tengo en mente. 

[Parte del primer capitulo] 

El jugueteo incesable de sus dedos denotaba su ansiedad. No podía esperar. El muchacho que yacía sentado en un pequeño sofá acomodado en la salita de espera se colocó de pie. Impaciente se acercó al mostrador. 
-Ya no puedo esperar, me largo –Exclamó el muchacho. Sus ojos azules se posaron penetrantes y firmes sobre la mujer rubia que aguardaba al otro lado del mostrador.

martes, 14 de mayo de 2013

Espejismo de invierno

Mientras él imaginaba ser el presidente de una poderosa compañía  Yo alucinaba con ser la guerrera de un lejano reino. Él quería ganar dinero y representar poder. Yo solo quería ser respetada por mi valentía y habilidad con la espada. Él soñaba con destruir a su competencia en los negocios. Yo con vencer a criaturas legendarias. Él anhelaba... No lo sabe. Antes sí, ahora ya no. Ha logrado conseguir todo lo que siempre deseo y llegar a lo más alto. No queda más. Se siente vació  Mientras el ganaba millones pisoteando a sus amigos y enemigos, yo aprendí a soñar, a creer e imaginar. Todas sus compañías nocturnas resultan ser vacías  sin esperanzas, ni sueños. Solo juegan por diversión. No hablan, ni escuchan, son como muñecas. Yo en cambio poseo un pequeño y humilde departamento en el centro. En donde comparto un café con quién me hace reír con cada historia, y presta atención a mis habladurías  Él duerme para descansar de los números. Yo para soñar.

lunes, 13 de mayo de 2013

Mi propia oscuridad

  Pese a que mis manos se hayan impregnadas de sangre, esto no sacia mi sed. ¿No es suficiente? ¿Necesito más? No estoy muy seguro si se trata de cantidad, porque creo que busco algo que no conozco. Mi propia oscuridad es un amigo sin rostro. Existe. Se aferra a mí. Pero es tan solo una silueta. Se transforma en un monstruo el cual no sé qué come, por tanto, no puedo alimentarlo.  He pasado mis últimas semanas tratando de averiguarlo, pero no logro dar con la respuesta acertada. He probado un par de cosas, sin éxito.

martes, 30 de abril de 2013

Amor cercano al cuento


 Escucho una y otra vez la misma canción. La he oído tantas veces que ya no puede determinar si comenzó a reproducirse de nuevo. Para mí es continua y eterna. Me recuesto sobre la cama y admiro el techo. No es haya algo entretenido en él. En realidad mi mente esta en otro lugar. Viaja por los recuerdos que tengo de ti.

 Tal vez tú ni siquiera recuerdes mi nombre. Lógico, hablamos tan solo una vez. La recuerdo perfectamente, me pediste que te indicara la ubicación de una sala. Recuerdo que te dije: “Es por allá”, en vez de; “Es por aquí, sígueme”. Fui muy torpe y cobarde,

miércoles, 3 de abril de 2013

El príncipe encadenado


 Lo escribí hace un par de años. Lo edité. Me trae ciertos recuerdos, por eso he de publicarlo aquí. Estoy rescatando algunos textos viejos, solo para que no se pierdan.



Ha pasado mucho tiempo desde que vi por primera vez esa mirada, y aún conservo la imagen intacta de aquel instante. En ese entonces cuando tendiste tu mano para ayudarme no sabía si fiarme de  ti, pero debo decirlo, no tenía otra alternativa, por lo que acepte tu compañía. El tiempo pasó mientras te conocía más y más, tu amabilidad y valentía hacían de ti una persona cada vez más encantadora. Disfrutaba el estar contigo todo el tiempo, a tu lado me sentía  como la niña mimada que siempre quise ser. Me enseñaste a ser fuerte, a confiar en mí, a sentirme orgullosa de quien soy, y enfrentar las consecuencias de mis actos. Hiciste que la decisión tan dura que escogí valiese la pena.