Mientras él imaginaba ser el presidente de una poderosa compañía Yo alucinaba con ser la guerrera de un lejano reino. Él quería ganar dinero y representar poder. Yo solo quería ser respetada por mi valentía y habilidad con la espada. Él soñaba con destruir a su competencia en los negocios. Yo con vencer a criaturas legendarias. Él anhelaba... No lo sabe. Antes sí, ahora ya no. Ha logrado conseguir todo lo que siempre deseo y llegar a lo más alto. No queda más. Se siente vació Mientras el ganaba millones pisoteando a sus amigos y enemigos, yo aprendí a soñar, a creer e imaginar. Todas sus compañías nocturnas resultan ser vacías sin esperanzas, ni sueños. Solo juegan por diversión. No hablan, ni escuchan, son como muñecas. Yo en cambio poseo un pequeño y humilde departamento en el centro. En donde comparto un café con quién me hace reír con cada historia, y presta atención a mis habladurías Él duerme para descansar de los números. Yo para soñar.
martes, 14 de mayo de 2013
lunes, 13 de mayo de 2013
Mi propia oscuridad
Pese a que mis manos se hayan impregnadas de
sangre, esto no sacia mi sed. ¿No es suficiente? ¿Necesito más? No estoy muy
seguro si se trata de cantidad, porque creo que busco algo que no conozco. Mi
propia oscuridad es un amigo sin rostro. Existe. Se aferra a mí. Pero es tan
solo una silueta. Se transforma en un monstruo el cual no sé qué come, por
tanto, no puedo alimentarlo. He pasado
mis últimas semanas tratando de averiguarlo, pero no logro dar con la respuesta
acertada. He probado un par de cosas, sin éxito.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)