lunes, 10 de diciembre de 2012

Destello de siete colores

Mi primer FanFic de Detective Conan. Espero les guste. 

Capitulo I

Los resplandecientes rayos del sol de la mañana se colaron por la ventana. Iluminando la cara del detective que yacía dormido sobre su cama. Esto provocó que se despertara, de mal humor se incorporó, se restregó los ojos y bostezó.    

-¡Serás idiota! ¿Por qué tienes que venir a hacer alboroto a mi casa y de paso despertarme tan temprano?- Exclamó Shinichi al ver a Ran parada a los pies de la cama.
-Shinichi, ¡Eres un holgazán! Es casi medio día y tú aún en la cama. Además ¿Cómo puedes tener este cuarto tan desordenado? –Suspiró  – ¡Ni modo! Tendré que hacer un buen aseo.
-¡Nadie te a pedido nada! Solo lárgate y déjame dormir un poco más, he tenido una semana muy agitada –Respondió  malhumorado. Se recostó nuevamente cubriéndose con las sabanas.
-¡Que cruel eres! Y pensar que he venido exclusivamente porque… te… extrañaba  –La voz de Ran se quebró.
Shinichi se incorporo rápidamente. Observó que Ran tenia lo ojos llorosos. La culpa lo invadió. Se levantó rápidamente de la cama y se acercó a ella.
-Oye… Oye… Tranquilízate, solo estaba bromeando ¿Si?
-Que tonta soy ¿Verdad? Preocupándome por un detective de pacotilla.
Shinichi sonrió. Le sujeto el mentón obligándola a mirarlo. Le secó las lagrimas con sus manos –Si que eres problemática.
-Shinichi… ¿Tú me amas no es, asi? –Preguntó Ran sonrojada. Sus ojos brillaban y sus manos temblaban.
-¿AAAAAAhhhhh? ¿Po…Por que … me…pre...preguntas eso? ¡Tonta! –Exclamó Shinichi sobresaltado. No esperaba que ella le preguntara algo así. Desvió la mirada. Estaba totalmente avergonzado.
-Shinichi, Yo… ¡Yo te amo! y sé que tu también. Puesto que nuestros sentimientos son correspondidos, creo que deberíamos dar el siguiente paso –Ran sonrió y le acarició el rostro.
-¿Q..Q..que estas haciendo? –Shinichi se apartó rápidamente, pero tropezó con la cama, cayendo sobre ella. Ran se le acercó. Colocándose encima de él, comenzó a desabrocharle la camisa de dormir.
-Sé que lo vas a disfrutar mucho, Sr. Detective –Ran le guiño un ojo.

Shinichi lanzó un grito. La apartó de un empujón. Se colocó de pie. Con la mirada fija en el piso. Las manos le temblaban y se podía sentir un aura maligna alrededor de él. Estaba furioso.  Ran por su parte lo observó unos instantes con asombro, luego estalló en risa. Se abrazaba el estomago y golpeaba el piso. Las lágrimas corrían por sus mejillas. La carcajada se podía oír por toda la casa.

-¡Te parece gracioso! No te lo parecerá tanto cuando ponga mis manos sobre ti. ¡Te vas a enterar!
-Lo… Lo siento, no puedo evitarlo- Respondió entre carcajadas, pero estaba vez no era la voz de Ran la que sonaba en la habitación, si no, otra, una que Shinichi conocía muy bien.
-¡Eres un maldito ladrón travesti, miserable, pervertido y acosador! –Gritó Shinichi lanzándole un balón de futbol que tenia cerca.

Kaito alcanzó a esquivar el balón, a tiempo, este pasó rozándole la mejilla. Lo que lo dejo sin habla.

-Tranquilo, solo era una broma. Para ser un detective no eres muy bueno con este tipo de casos. Ni expresando tus  sentimie… – Kaito se paró en seco al verse amenazado por el detective con el reloj anestesiante.
-¿Qué quieres maldito ladrón? ¿Viniste solo a burlarte de mi o hay algo que deseas robar aquí? –Pregunto Shinichi con seriedad.

Kaito sonrió. Lanzó una bola de humo que inundó la habitación. Shinichi tosió y observó a su alrededor  tratando de encontrar al ladrón. El humo aún no se dispersaba cuando sintió la voz de Ran que le susurraba al oído, la cual decía: “Lo que realmente deseo es robar tu corazón Shin-chan” Un escalofrió recorrió todo su cuerpo. Mientras su rabia incrementaba.  El cuarto por fin quedo despejada, y se podía ver perfectamente en ella, pero para sorpresa del detective no encontró a su rival en ella.

-Serás… -Exclamó con furia. Corrió por el pasillo hasta la sala de estudio. Estaba completamente seguro que lo encontraría allí. Entró en la habitación y se vio a si mismo, parado en el medio, con la mirada clavada en el techo.

-¿Cómo quieres que deduzca lo que hay en el corazón de la mujer que amo? Inusual forma de confesarme ¿No, crees? –Dijo el Shinichi que se hallaba en medio de la habitación. Mientras que el real quedó impactado, se estremeció y sonrojo.
-¿Co… Co… Como puedes saber tu algo como eso? –Exclamó Shinichi algo asustado. Aún tenía la cara roja.
-Pero si te has puesto rojo, que lindo te ves así –Respondió Kaito soltando una carcajada –Tranquilo, me lo dijo una amiga de tu novia. Una chica escandalosa que lleva el cabello corto.
«Sonoko…» pensó Shinichi con una sonrisa forzada. –Pero ya es suficiente de burlarte de mí ¿No crees? –Exclamó mientras se acercaba hacia Kaito –Además, no me agrada para nada verte imitándome –Agregó y le jaló la mejilla al mago con el fin de quitarle la mascara.
-Ya basta, eso duele
-Entonces es cierto que nos parecemos.
-La única diferencia es esto –Kaito se sacudió el cabello, acomodándolo a como lo lleva de costumbre – Pero alégrate, eso quieres decir que eres realmente sexi.
-Déjate de payasadas y explícame los motivos de tu visita. Ya que expusiste tu verdadero rostro, imagino que tendrás una buena razón.  
-Pues, veras… –La expresión de Kaito cambio, se tornó completamente seria.
«A juzgar por la su cara, debe ser algo muy importante» pensó Shinichi mientras lo observaba atentamente. « ¿Realmente esa es la verdadera cara del mago de la luna? ¿Qué estará pasando? »
-Lo que sucede… –Prosiguió Kaito, pero fue brutalmente interrumpido. Alguien golpeaba la puerta, y al parecer llevaba prisa. Sus golpes eran fuertes e impacientes. Shinichi hizo una mueca, giró sobre si mismo, y se encaminó hacia la entrada.
-¿Qué escandalo es este? ¡Ya voy! –Exclamó al girar el pomo. Al ver la cara de su visitante lanzó un gran suspiro – ¡Maldición! ¿Es que no puedo tomarme ni un día libre?



Por Meg Holmes Kuroba

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