lunes, 30 de abril de 2012

"Nieva sobre el escenario"

¿Casualidad o destino? Sea cual fuese la respuesta, mis pasos me guiaron una vez más, a un pequeño pueblo que muy bien conocía. La tarde era fría, el viento soplaba con tal intensidad que azotaba las ventanas de las viejas casas. En consecuencia, las personas cruzaban de un lado para otro, con rapidez. Llevaban el cuello del abrigo subido hasta las orejas, por lo que parecía casi imposible reconocer a alguien.

El frío calaba hasta los huesos, pero eso no fue una barrera que impidiera mi paseo por el pueblo. Recorrí varias calles, y a medida que avanzaba mi corazón se aceleraba. Mi caminar no era sin rumbo, sabia bien el lugar a donde quería llegar.

Detuve mi andar frente a una vieja pileta. Sonreí sin pensar. Se encontraba en el mismo lugar. Como si jamás se hubiese movido. Pero esta vez, lucía algo distinto. Me acerqué. Me quede de pie frente a él. La sonrisa se borró de mi rostro. Unos ojos muy marcados acompañados de una espeluznante pero a la vez agraciada sonrisa, era el retrato de la cara que ahora me observaba.


"Soy yo, el yo que quieres ver en este momento. No miento. No consiste en saber interpretar un papel, si no, como mi "yo" adopta y admite a este nuevo papel" Me dijo caminando sobre el borde de la pileta que yacía sin agua. La nieva la cubría casi por completo. "Antes que piense en decir algo" continuo diciendo mientras colocaba un dedo sobre sus labios "¿Puede responderme algo? ¿Puede ver la verdadera expresión que llevo sobre mi rostro?" Lo mire perpleja. "Aun siendo Holmes, es difícil acertar en el corazón de las personas que estimas, porque siempre existe el miedo a equivocarse" Le respondí, se me hizo un nudo en la garganta. Desvié la mirada. Al volver mi mirada sobre él, noté que él desvió también la mirada, en silencio contemplaba la nieve sobre el pavimento. Se formó un largo e incomodo silencio, hasta que por fin él añadió. "Interpretó para mis espectadores pero quisiese que mis amigos pudiesen ver a través de esta mascará" Me sobresalte. Me coloque frente a él y le mire a los ojos. "Yo solo quisiese que mi amigo reaccionara cuando pretendo ser sincera con él. No deseo jugar a los detectives. Tal vez no sepas que decir, pero debería al menos improvisar. No espero nada menos de un gran artista ¿Sabes?". Se quedo mirándome unos segundos, acto seguido, para mi sorpresa se quitó la mascara y sonrió "Me queda aun mucho por aprender". Realizó una pequeña reverencia. Se colocó la mascará. Comenzó a alejarse lentamente. Sin mirar atrás.

Con tristeza contemple como se alejaba. La nieve borro lentamente sus pisadas, entonces marché en dirección opuesta.



                                                                                                    By. Meg Holmes Kuroba


Este relato va dedicado con mucho cariño a Camilo Andres Cardenas Vera. Confió en que podrás ver a través de mis palabras. 


No hay comentarios.:

Publicar un comentario