martes, 30 de abril de 2013

Amor cercano al cuento


 Escucho una y otra vez la misma canción. La he oído tantas veces que ya no puede determinar si comenzó a reproducirse de nuevo. Para mí es continua y eterna. Me recuesto sobre la cama y admiro el techo. No es haya algo entretenido en él. En realidad mi mente esta en otro lugar. Viaja por los recuerdos que tengo de ti.

 Tal vez tú ni siquiera recuerdes mi nombre. Lógico, hablamos tan solo una vez. La recuerdo perfectamente, me pediste que te indicara la ubicación de una sala. Recuerdo que te dije: “Es por allá”, en vez de; “Es por aquí, sígueme”. Fui muy torpe y cobarde,

miércoles, 3 de abril de 2013

El príncipe encadenado


 Lo escribí hace un par de años. Lo edité. Me trae ciertos recuerdos, por eso he de publicarlo aquí. Estoy rescatando algunos textos viejos, solo para que no se pierdan.



Ha pasado mucho tiempo desde que vi por primera vez esa mirada, y aún conservo la imagen intacta de aquel instante. En ese entonces cuando tendiste tu mano para ayudarme no sabía si fiarme de  ti, pero debo decirlo, no tenía otra alternativa, por lo que acepte tu compañía. El tiempo pasó mientras te conocía más y más, tu amabilidad y valentía hacían de ti una persona cada vez más encantadora. Disfrutaba el estar contigo todo el tiempo, a tu lado me sentía  como la niña mimada que siempre quise ser. Me enseñaste a ser fuerte, a confiar en mí, a sentirme orgullosa de quien soy, y enfrentar las consecuencias de mis actos. Hiciste que la decisión tan dura que escogí valiese la pena.